Los Trabajadores somos la esperanza. CFT: Núcleo MTA y Corriente Federal. 12 de Agosto, TODOS A FERRO a las 17 horas.
Las compañeras y compañeros aquí reunidos, autoconvocados en torno a esta Corriente Federal de Trabajadores Argentinos, nos inspiramos en el ejemplo de lucha de aquellos trabajadores que el 17 de octubre de 1945 fueron protagonistas de una auténtica revolución. Esa que consagraría por primera vez nuestros derechos sociales y laborales, dignificaría a nuestro Pueblo y colocaría a nuestro país ante el mundo como una Nación Justa, Libre y Soberana.
La fuerza brutal de la anti patria, que interrumpió nuestro destino de nación independiente, empujó al movimiento sindical a una prolongada resistencia y a protagonizar gestas heroicas e históricos pronunciamientos como los de La Falda (1957), Huerta Grande (1962), Programa del 1º de Mayo de la CGT de los Argentinos (1968), los 26 Puntos de la CGT (1985), y el Programa del MTA (1994).
Al reivindicar aquellos hitos históricos, proponemos al conjunto del movimiento obrero la unidad sindical en torno a una sola CGT y un nuevo programa para enfrentar los desafíos que nos plantea la restauración conservadora. Lo proponemos con el espíritu más fraterno, convocando a todas las organizaciones sin olvidar a las del Interior, tantas veces marginadas, porque la única esperanza del pueblo argentino radica en muestra unidad.
Los trabajadores somos la esperanza.
El modelo neoliberal conservador que el gobierno está instalando, quiere devolverle a la
oligarquía y a las clases dominantes asociadas, la totalidad del poder político, económico, social y cultural de la Argentina.
Gobiernan para los ricos
A la oligarquía agroganadera le regalaron la mega devaluación monetaria, la disminución o eliminación de las retenciones a las exportaciones.
Al sector financiero le devolvieron todos los instrumentos especulación. A los fondos buitre les regalaron una humillante claudicación, mientras abrían las puertas a la fuga de capitales y tomaban deuda externa en tiempo récord, por una cifra equivalente a la que la dictadura
militar sumó en siete años.
A las grandes empresas multinacionales les cedieron ministerios, secretarías y subsecretarías
de Estado para que sus CEOs manejen con discrecionalidad sus negocios.
A las empresas cartelizadas, que forman los precios de todo lo que consumimos, les obsequiaron la libertad de robarnos los salarios a través de la inflación.
A las naciones más poderosas del Mundo les devolvieron la potestad sobre nuestro destino, resignando paulatinamente los espacios de la Patria Grande compartidos con nuestros hermanos latinoamericanos, para llevarnos al Tratado del Transpacífico (TTP), que impone la condición de una profunda flexibilización laboral.
A los grandes grupos de la comunicación les devolvieron todos los favores, eliminando de un
plumazo la Ley de Medios más democrática que el Parlamento haya votado.
A decenas de genocidas les concedieron el beneficio de la “prisión domiciliaria” mientras
encarcelan impunemente a líderes sociales, desfinancian a los organismos de DDHH y la prensa hegemónica desempolva la “teoría de los dos demonios”.
Gobiernan contra los pobres
En sólo ocho meses, el gobierno condenó a la pobreza a otros cinco millones de argentinos.
Doscientos mil trabajadores/as (entre públicos y privados) perdieron sus empleos.
Con la devaluación, la inflación y el tarifazo, nos quitaron la mitad del salario y llevaron al quebranto a miles de Pymes y a las economías regionales.
Con la apertura indiscriminada de las importaciones destruyen buena parte de la industria nacional poniendo en riesgo decenas de miles de fuentes de trabajo. Eliminaron programas sociales de trabajo, salud, educación y cultura.
Desactivaron proyectos científicos y tecnológicos estratégicos para el desarrollo del país.
Desfinanciaron la educación universitaria y precarizaron los otros niveles de la educación, mientras llevaron al colapso el sistema de Salud Pública. Persiguen política, laboral, judicial y mediáticamente a quienes practican una ideología diferente a la de ellos.
Con el Pro en el gobierno, lo que estaba bien fue arruinado, lo que estaba en dificultades fue empeorado y lo que faltaba nunca se hará. Los compromisos de campaña pasaron al olvido y la promesa de “Pobreza Cero” se transformó en una burla macabra a los más humildes.
Esto no va más
Este gobierno no escucha, como lo demostró al derogar la ley anti-despidos, norma requerida por el conjunto de la representación obrera del país. Ya anuncian que quieren modificar el modelo de negociación colectiva por el de productividad, la preeminencia jerárquica de los acuerdos de empresas sobre el de actividad, incorporando multifuncionalidad, polivalencia y jornada flexible, eliminando la indemnización por despido y reduciendo las cargas sociales.
No aceptamos que nuestros salarios vuelvan a convertirse en la variable de ajuste de la economía, porque ellos no son un costo más sino el componente esencial de la demanda. El salario es el ingreso que permite la satisfacción de las necesidades fundamentales en la vida de nuestras familias y que junto a los derechos laborales, nos hace ciudadanos dignos.
Coincidimos con el Papa Francisco cuando nos alentó a organizarnos y nos invito a la participación protagónica en la búsqueda de las tres T: “Tierra, Techo y Trabajo”.
Asumimos el compromiso de proponer y llevar a la práctica un programa orientado por las banderas históricas del movimiento nacional y popular: la Independencia Económica, la Soberanía Política, la Justicia Social y las de la Integración Latinoamericana, la lucha por un Orden Multipolar y la de defensa de los Derechos Humanos en todos sus niveles.
¡Vivan los trabajadores, viva la Patria!
CORRIENTE FEDERAL DE TRABAJADORES ARGENTINOS
Buenos Aires, 12 de Agosto de 2016.- TODOS A FERRO- 17 HS.